1900

SIGLO NUEVO, FALLAS NUEVAS

Con la entrada del nuevo siglo, las fallas querían estar a la altura de las circunstancias, contagiando al Ayuntamiento en la creación de premios para las fallas, nombrando para ello al concejal de ferias y festejos Sr. Anacleto Pastor i Canut, presidente de la comisión de festejos.

La falla de Pintor Domingo parece que tuvo problema con las caricaturas de Blasco Ibáñez y el Dr. Moliner, pues se retiraron sus caras y se colocaron otras en su lugar. Dijeron que eran verdaderas obras de arte. El “llibret” fue retirado, perdiendo toda su gracia por las alusiones que hacía al nuevo Sanatorio que se proyectaba construir para los obreros de los que ellos eran defensores.

La de la Plaza de Toros fue de un estilo y valencianía de buen gusto pero, como siempre, esta falla fue de pago costando el día 18 diez céntimos y veinte el día 19, con música, traca y castillo de fuegos.

Ese año de 1900, comienzo de siglo, tuvo tantos problemas con las censuras y otras causas que afectaron a las fallas. En adelante se perfilaban más artísticas, cada vez las hacían mejores y de más calidad lo que suponía mayor presupuesto para plantarlas en los barrios de trabajadores que era donde se cultivaba la gracia de las fallas. Se plantaron 18 fallas ese año entre las que no hay noticias por escrito que estuviese la de CERVANTES o PADRE JOFRÉ.

Eran los Capitanes Generales los que autorizaban los permisos de todo festejo en la ciudad. El Ayuntamiento los recibía y el Capitán General los autorizaba. Hemos sacado del archivo Municipal algunos párrafos de cómo se autorizaban los festejos- El Capitán General autoriza a Enrique Torralba celebrar fiesta al corazón de Jesús...-El capitán General autoriza al orfeón el Micalet a celebrar una serenata..- Y esto ocurría igualmente con las fallas: se presentaba el boceto, la explicación de la falla y una solicitud con la situación ó emplazamiento de la falla en la calle o plaza.